sábado, 29 de noviembre de 2014

Fisiologia del estres

5 técnicas de respiración para bajar de peso, dormir mejor y reducir el ...




CAPREDENA. MINISTERIO DE DEFENSA. CHILE

ASISTENTES AL CURSO DE ADMINISTRACIÓN DE EDIFICIOS DE VALPARAÍSO RECIBEN SU DIPLOMA

Con la finalidad de dar cumplimiento al Plan de Capacitación 2011, el Sub-departamento de Asistencia Social de la Agencia Regional de Valparaíso realizó la ceremonia de entrega de diplomas del  curso de Administración de Edificios para beneficiarios (as) de CAPREDENA. El curso tuvo como finalidad que los imponentes aprendieran la ley y aplicar reglamento de co-propiedad, elementos básicos de economía, administración de personal, legislación laboral, seguridad, urbanismo y estar en condiciones de aplicarlos en el campo laboral. 



La formación, que se llevó a cabo entre los días 20 de julio y 14 de septiembre,  fue dictada por el Instituto de Capacitación Especializado Amauta Limitada y benefició a 13 pensionados y 2 montepiadas.
A la clausura del  curso, asistieron la Asistente Social a cargo de la supervisión y coordinación de esta actividad Poly Aravena Sánchez, la Jefa Subrogante del Subdepto. de Asistencia Social, Srta. Susana Bustos Díaz, la Directora del organismo de capacitación Aura Rosero Castro, la coordinadora Aura Posada y profesores del curso.

Al finalizar la actividad cada participante recibió un diploma de certificación. Asimismo, los graduados coincidieron en la relevancia de fomentar la ejecución de este tipo de actividades, ya que facilitan la inserción laboral, como también el perfeccionamiento de las labores que actualmente realizan en el área, agradeciendo a la institución por esta oportunidad de aprendizaje  participación.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Tips para criticar con inteligencia emocional

Tips  para criticar con inteligencia emocional




Hacer juicios de valor se  vuelve hasta una actividad  en nuestro diario convivir con los 

demás , pero, no herir y construir para mejorar y crecer, es un reto que seria interesante  aprender.








Las críticas tienen una connotación negativa, sin embargo, una crítica ingeniosa y constructiva es la antesala a la mejora y el crecimiento. ¿Cómo lograrlo?

¿Recuerdas la última vez que recibiste o diste una crítica? ¿Cómo fue la experiencia? ¿Qué ambiente se generó? ¿Cómo impacto tu relación con la otra persona? Ya sea en uncontexto personal o laboral no podemos deslindarnos de las críticas, son parte de nuestro día a día: Una película; un libro; la comida que consumimos; nuestro trabajo  etc. Emitimos juicios de valor de manera constante y casi automática.
Generalmente las críticas tienen una connotación negativa, sin embargo, una crítica ingeniosa y constructiva es la antesala a la mejora y el crecimiento.  Por su parte, una crítica destructiva genera impotencia, ira, resentimiento, actitudes defensivas, bloqueos y evasión de responsabilidades.

Desafortunadamente nadie nos enseña a criticar. Pareciera que es una “habilidad” que desarrollamos de manera inconsciente y que aprendemos conforme a nuestras experiencias personales. Una buena crítica es un arte y es la clave para mantener sanas nuestrasrelaciones interpersonales y avanzar hacia un objetivo común dentro de un equipo.
En su libro Inteligencia Emocional, Daniel Goleman, aborda algunas opciones para manejar las críticas de manera efectiva.

¿Cómo diseñar críticas ingeniosas?

1. Enfócate en las acciones

Si vas a emitir una crítica, asegúrate de que tu comentario esté centrado en lo que la persona hizo o dejo de hacer y no lo lleves al terreno del carácter o los rasgos de personalidad. De lo contrario propiciaras que la otra persona adopte una actitud defensiva, guarde resentimientos y se cierre a escuchar las oportunidades de mejora que hay en tu crítica.

2. No generalices

El que algo haya salido mal en una o varias ocasiones, no quiere decir que sea un rasgo permanente en una persona. Cuando alguien percibe un fracaso como una carencia personal inevitable se desmotiva y deja de creer en sí mismo. Evita usar términos como siempre, nunca, todo, nada, etc.

3. Más allá del bien y del mal

Busca que tu crítica sea concreta y directa. Brinda detalles específicos de lo que puede y debe mejorarse o bien de lo que salió bien y puede capitalizarse en futuras ocasiones.

4. El Qué y el Cómo: mancuerna perfecta

Nada más frustrante y desalentador que una crítica que no va acompañada de una propuesta o posibles soluciones y opciones de mejora.  Si tenemos el derecho a compartir nuestras críticas, tenemos la obligación de proponer alternativas que la persona a quien criticamos no había visto antes.

5. Valentía y frontalidad

¿Alguna vez has tenido un jefe o cliente que le encanta enviar correos plagados de críticas, quejas y reclamos pero que cuando están frente a frente es poco comunicativo y evade las oportunidades de brindarte retroalimentación? La falta de presencia al emitir una crítica fomenta una relación impersonal, poco comprometida y evita que exista claridad en las oportunidades de mejora.

6. Empatía y respeto

Las críticas hirientes son el primer paso para destruir la confianza y el vínculo entre dos o más personas. La falta de empatía al emitir una crítica generará un ambiente hostil y restrictivo en donde las personas no estarán dispuestas mejorar.
La carencia de críticas tanto en un equipo de trabajo, como en nuestras relaciones personales puede conllevar costos muy altos. Una crítica emitida de manera oportuna y constructiva es una excelente herramienta para resolver problemas, abordar áreas de oportunidad y evitar que las diferencias de opinión se repriman y exploten en el peor momento.
Antes de criticar pregúntate: ¿Mi crítica abrirá o cerrará posibilidades de acción? ¿Qué impacto podré generar en la otra persona?
 MARCELA HERNÁNDEZ Y HERNÁNDEZ, COACH EMPRESARIAL Y DE VIDA

El Estrés, recomendaciones para su manejo.

3 técnicas de control emocional para combatir el estrés

El estrés es una defensa natural contra situaciones demandantes, pero mantenerlo prolongadamente afecta tu vida. Practica estos ejercicios y ¡cuídate!

3 técnicas de control emocional para combatir el estrés

Un estado de estrés crónico provoca estados de depresión que afectan todas las esferas de una persona. Evítalo.

El estrés es un estado de tensión física y mental que se genera como respuesta automática ante situaciones externas que son percibidas como amenazantes o demandantes. Se sabe que en sí mismo el estrés no es algo “malo” pues nos impulsa a conseguir objetivos e incluso puede ser saludable sí se sabe manejarlo eficazmente.
En un primer momento la respuesta de estrés es necesaria y adaptativa, pero sí ésta se prolonga o intensifica se pueden experimentar serios trastornos físicos y/o emocionalesafectando el desempeño diario de una persona en sus diferentes esferas de la vida.

Tres fases de desarrollo del estrés

El estrés se ha dividido en tres fases principales:

• Fase de alarma o huida:

Se presenta cuando nuestro organismo se prepara para producir el máximo de energía, con los consecuentes cambios químicos. El cerebro envía señales que activan la secreción de hormonas, que mediante una reacción en cadena provocan diferentes reacciones en el organismo como  son: tensión muscular, agudización de los sentidos, aumento en la frecuencia e intensidad de los latidos del corazón, elevación del flujo sanguíneo, incremento del nivel de insulina para que el cuerpo metabolice más energía, etc.
Cuando pasa la señal de alarma nuestro organismo se relaja y recuperamos el estado de reposo. Si la situación se mantiene de forma continua,  pasamos a la siguiente fase.

• Fase de adaptación:

También se le conoce como fase de resistencia y se presenta cuando se mantiene la situación de alerta sin que exista relajación. Es entonces cuando el organismo intenta retornar a su estado normal, y se vuelve a producir una nueva respuesta fisiológica, manteniendo las hormonas en situación de alerta permanente. Esta fase llega a su límite cuando se agota la energía.

• Fase de agotamiento:

Sucede cuando el estrés se convierte en crónico, y se mantiene durante un período de tiempo que varía en función de cada individuo.  En esta fase se experimenta debilidad y aparece una sensación de angustia y ansiedad que termina por afectar la salud física y/o emocional de la persona.
Los principales signos y síntomas que se observan en un individuo en esta fase son: apatía, colitis, gastritis, úlceras, insomnio, irritabilidad, enfermedades cardiacas, depresión,  etc.
Entre las causas más comunes de estrés en el trabajo se encuentran las siguientes:
•    Excesiva carga de trabajo.
•    Problemas interpersonales con compañeros y superiores lo que afecta el clima laboral.
•    Falta de conocimientos especializados para desarrollar las funciones.
•    Amenaza continua de recorte o restructuración organizacional.
•    Situaciones familiares y personales que obstaculizan e interfieren el desempeño en el trabajo.

Factores antiestrés

Ahora bien, no todas las personas se enfrentan a situaciones estresantes de igual forma. Lo que para algunos es una situación estresante para otros puede que no lo sea.  Esto se debe a ciertos factores como son:
• Actitud: Tiene que ver con la forma en que interpretamos la realidad que nos rodea,  por lo que para alguien una situación puede ser percibida como demandante y amenazante mientras que para otra representa un reto interesante o una oportunidad de desarrollo.
• Bienestar físico: La mala alimentación y nutrición estresa al cuerpo y a la mente perjudicando en sobremanera a quien se encuentra en este estado. Una persona sometida a estrés requiere más  nutrientes, vitaminas y minerales. Asimismo, la actividad física inadecuada puede provocar un estado estresante para el organismo.
• Redes de Apoyo: Somos seres sociales que necesitamos de los demás,  y por lo tanto la mayoría de las personas requiere de alguien en sus vidas en quien confiar en un momento difícil. Cuando se carecen de redes de apoyo,  las situaciones estresantes se hacen más difíciles de manejar.
• Oportunidades de relajación: Las actividades recreativas nos proporcionan espacios para liberar tensiones. Cuando una persona carece de intereses externos, pasatiempos o de un medio de relajación, es muy probable que no consiga manejar situaciones estresantes ya que no podrá descargar el estrés que le provocan.
De esta forma, se puede establecer que una persona que tiene actitudes negativas,  estado de salud físico deficiente, falta de apoyo social y escasas oportunidades para relajarse, tiene altas probabilidades para experimentar con mayor ansiedad las situaciones estresantes.

Técnicas de control emocional contra el estrés

Existen técnicas básicas de control emocional para hacerle frente al estrés, y éstas pueden utilizarse antes, durante o después de un acontecimiento estresante.

1º Respiración profunda:

Esta técnica es muy fácil de aplicar y es útil para controlar las reacciones fisiológicas al enfrentar  situaciones emocionalmente intensas.
- Inspira profundamente mientras cuentas mentalmente hasta 4
- Mantén la respiración mientras cuentas mentalmente hasta 4
- Suelta el aire mientras cuentas mentalmente hasta 8

2º Detención del pensamiento:

Esta técnica se centra en el control del pensamiento y para ponerla en práctica debes seguir los siguientes pasos:
- Cuando empieces a encontrarte incómodo, nervioso o alterado, préstale atención al tipo de pensamientos que estás teniendo, e identifiques todos aquellos con connotaciones negativas (centrados en el fracaso, el odio hacia otras personas, la culpa, etc.)
- Repite hacia ti mismo “¡Basta!”
- Sustituye esos pensamientos por otros más positivos
El problema de esta técnica es que se necesita cierta práctica para identificar los pensamientos negativos, así como para darles la vuelta y convertirlos en positivos.

3º Relajación muscular:

Esta técnica  requiere entrenamiento previo siguiendo los siguientes pasos:
- Siéntate tranquilamente en una posición cómoda. Cierra los ojos.
- Relaja lentamente todos los músculos de su cuerpo, empezando con los dedos de los pies y luego haz lo mismo con el resto del cuerpo hasta llegar a los músculos del cuello y la cabeza.
- Una vez que hayas relajado todos los músculos de su cuerpo, imagínate en un lugar pacífico y relajante (por ejemplo en una playa). Cualquiera que sea el lugar que elijas, imagina que estás totalmente relajado y despreocupado.
Practica este ejercicio tan a menudo como sea posible, al menos una vez al día durante unos 10 minutos en cada ocasión. Si te ha convencido la utilidad del ejercicio, recuerda que debes practicarlo para llegar a automatizar el proceso y conseguir relajarte en unos pocos segundos.
Finalmente, es importante considerar que las situaciones estresantes están presentes en nuestra vida cotidiana y evadirlas, negarlas o reprimirlas podrían ser factores desencadenantes de serios problemas de salud física y emocional a largo plazo
POR: MTRA. ALEJANDRA APIQUÍAN, UNIVERSIDAD ANÁHUAC
Coordinadora Académica de la facultad de Psicología de la Universidad Anáhuac México Norte